Los más abundantes en clase son, sin lugar a dudas, después del papel, los briks de zumos y bolsas y botellas de plástico, así como papel de alumnio, con el que envuelven los bocadillos.
Dispondremos en cada clase (en principio de 1º de ESO) dos contenedores adicionales, uno azul, de papel, y uno amarillo, de envases. El amarillo se colocará siempre en la puerta del aula dos minutos antes del toque de timbre que anuncia el recreo. Elegiremos dos responsables de reciclaje por aula, que van a controlar y dirigir todo el proceso. Estos animará a sus compañer@s a depositar los residuos en el contenedor respectivo antes de salir. SI LOGRAMOS QUE LA MAYORÍA DE ESTOS QUEDEN EN LOS CONTENEDORES, reduciremos la basura en el patio y pasillos.
Todos los contenedores amarillos regresarán al Laboratorio de Ciencias cada día, y al día siguiente reanudaremos el proceso.
Al final de la semana, y con la ayuda de los alumn@s de 3º ESO, seleccionaremos convenientemente los residuos y los depositaremos en los contenedores próximos a nuestro centro.
Con el papel de alumnio que recojamos, haremos un pequeño experimento: Construiremos una bola con el que se recoja de cada clase cada semana y sacaremos conclusiones.
Algunos momentos del armado de los contenedores...