Ahora nos limitamos al riego y cuidado de las aún tenemos plantadas, como es el caso de lechugas, acelgas y cebollas.
La retirada de las leguminosas, y en especial de los guisantes, ha ayudado al crecimiento de aquellas plantas con las que compartían bancal. En especial las acelgas.
- Por un lado, disponen de más luz que acelera su producción.
- Y por otro, los caracoles que se alimentaban de ellas ya no son plaga, no se acumula la humedad que hacía que proliferaran ellos y otros no deseables como los hongos.